Atención: Esta crítica puede contener SPOILERS.
Slender Man es una propuesta que tiene serios problemas para funcionar, entre los que se encuentra, en gran parte, el guión.
Uno de los momentos auténticamente espeluznantes que se encuentran en la película podría ser cuando la cámara se enfoca en los actores.
También en la exposición narrativa que proporciona la conversación entre ellos.
Sus sombras se fusionan cada vez más sutilmente en el perfil de Slender Man que se extiende hasta la pared y sobre el grupo.
Dirigida por Sylvain White (The Losers) de un guión de David Birke (Elle), está inspirado en un creepypasta de Internet que se originó en 2009.
Ilustraciones, imágenes con photoshop y relatos ficticios de encuentros con Slender Man eran famosos en el 2014.
Ganaron notoriedad, cuando varios incidentes violentos fueron cometidos por niños inspirados en el creepypasta.
La verdad puede ser más aterradora que la ficción, y eso es particularmente cierto con la película Slender Man.
La película sigue a un grupo de adolescentes que deciden que sería muy divertido convocar a Slender Man durante una fiesta.
Para hacer sentir terror utilizan inexplicablemente tanto las desapariciones como los efectos sobrenaturales que pasan.
Una dosis de locura creciente de los adolescentes, que tienen una afinidad preocupante por salir en bosques oscuros.
Los trailers se sienten más terroríficos que la película, debido a que muchas imágenes del trailer no aparecen en el corte final.
White usa un efecto con los personajes, el entorno que rodea a las chicas, distorsionando lo que ve la audiencia.
Este efecto proporciona una perspectiva en primera persona sobre la locura que Slender Man ha provocado en sus víctimas.
El efecto visual parece un experimento fotográfico de intercambio de caras que salió mal, lo que puede ser aterrador.
Una película que parece estar dirigida con cortes muy raros en los cuales parece que se dejan las escenas a medias.
La película también sufre de una falta de voluntad para construir cualquiera de sus propias historias en torno a su villano.
Slender Man es un personaje poco definido, y la falta de una historia de fondo firme no ha ayudado al resultado final.
La falta de definición del monstruo y las reglas que la gobiernan solo hacen que Slender Man sea menos amenaza.
Quizás el aspecto más frustrante de la película es que nunca logra aprovechar lo que convirtió al personaje en un éxito viral.
Pero no todo es negativo en Slender Man. Hay ideas cinematográficas esparcidas a lo largo de la hora y media de metraje.
Secuencias bastante logradas en las que se le saca partido a la idea central de que Slender Man “te mata o te vuelve loco”.
Sylvain White juega con la óptica utilizando travellings y distintos efectos de cámara pero no consigue rematarla de una forma eficaz.
En otras ocasiones utiliza otros efectos para generar vértigo como anclar la cámara a los personajes.
También utiliza planos cenitales que avanzan hasta convertirse en primerísimos primeros planos.
Son destellos en lo que podría haber sido una buena película de terror, si hubiera tenido claro qué quería contar.
Se puede argumentar que Slender Man es un intento de sacar provecho del creepypasta de Internet.
Esto convierte a uno de los personajes de ficción más aterradores de Internet en algo completamente olvidable.