Star Wars: Los últimos Jedi no pasará a la historia por ser la mejor entrega de la saga galáctica, pero sí que se está convirtiendo en un caso de estudio de la historia del cine por las reacciones tan polarizadas que causó, sobre todo entre los llamados “fans” de la franquicia.
El sociólogo Mark H. White II cree que hay pruebas evidentes de que las personas con creencias conservadores o sexistas, que tienen una actitud negativa ante la corrección política, son los que más tienden a rechazar Los últimos Jedi. Para entender un poco mejor este estudio, hace también una división entre los fans de Star Wars:
- Escépticos de las precuelas: fans de tanto de la trilogía original como de las nuevas secuelas, pero rechazan las precuelas.
- Amantes de la saga: son favorables a la mayoría de las películas.
- Anti Los últimos Jedi : su nombre lo dice todo.
A través de encuestas que buscaban encontrar evidencias de “sexismo hostil” o “sexismo benevolente”, el estudio apunta a que los pensamientos sexistas son más frecuentes en los “Anti LUJ” que en los “Escépticos de las precuelas” o los “Amantes de la saga”. Los “Anti LUJ” también tienen unos sentimientos más conservadores tanto en política como en corrección política que los otros dos grupos.
White también parece haber descubierto que cuanto más sexismo o rechazo a la corrección política tenía el entrevistado, más probabilidad había de que no tuviese ningún apego a personajes como la Vice Almirante Amilyn Holdo, Rey y Rose Tico.
Tampoco se puede coger este estudio como un hecho científico que pruebe que a todos los que no les gusta Los últimos Jedi son sexistas. White ha contado con una muestra de 5.000 personas, algo muy lejos de la totalidad del fandom de Star Wars, pero aún así llega a algunas conclusiones que no vienen mal tener en cuenta. ¿Hubo gente con una predisposición a odiar la película antes de su estreno por su postura política? Pues seguramente los hubo, pero también otros que pueden justificar con un buen razonamiento que la película no estuvo a la altura.