Mack y Deke son los protagonistas del nuevo episodio de Agents of SHIELD. Esta vez nos quedamos junto a ellos en 1982 para descubrir las excelentes aventuras de ambos personajes. Los ochenta son una década que despierta mucha nostalgia y la serie lo aprovechó al máximo replicando varios tópicos de películas y series de la época.
En principio, acompañamos a estos dos personajes en una especie de buddy movie en la que los vemos separarse al inicio para finalizar, tal vez, más juntos que nunca. Luego del inesperado salto del Zephyr, Mack decide irse por su cuenta. El director de SHIELD está de duelo y se arrepiente de haber afectado la línea de tiempo. Sus padres han sido asesinados por los Chronicoms y no parece estar cerca de superarlo.
Primero, observa la vida que su hermano y él llevan junto a su tío tras la ausencia de sus padres. Luego se recluye a beber y a armar autos de colección mientras Deke no deja de visitarlo. La paciencia de este personaje para con Mack a lo largo de todo el episodio es inagotable.
Finalmente, es obligado a visitar el bar, ahora rebautizado como Swayze- Allí se reencuentra con Deke, convertido en una estrella de rock con su banda de covers que aún no han sido escritos. El momento es desopilante y la letra de la canción de Simple Minds fue levemente modificada para dedicársela a Daisy. Cuando es increpado por Mack por aprovecharse de sus conocimientos para su propio bien, Deke asegura que la banda es una pantalla para cubrir lo que realmente estuvo haciendo allí. A pesar de estar solo y sin el apoyo de su director, Deke continuó trabajando en SHIELD reclutando a nuevos y coloridos miembros.
Agents of SHIELD – Varados en 1982
1La operación es dirigida desde El Faro en donde un back up de la memoria de Coulson opera a través de una videocassetera. Su presentación es muy parecida a la serie Max Headroom de 1987. Coulson cree que Sibyl y los Chronicoms también pueden haberse salvado de la explosión y los rastrean siguiendo extraños apagones de la ciudad.
Al inicio del episodio vemos a un nerd de la época recibiendo una vieja computadora fuera de servicio. Luego de poner manos a la obra en su reparación, recibe un mensaje de Sibyl para que la ayude a construir un nuevo cuerpo. Las nuevas formas de Sibyl y sus Cazadores resultan obsoletas pero prácticas para los fines que persiguen. Las Corrientes de Tiempo con las que manipulaban la línea temporal quedaron en el Faro y los Chronicoms se dirigen allí para recuperarlas.
La incursión sucede justo en el momento en el que Mack se retira del equipo. Después de presenciar un fallido entrenamiento y de menospreciar el esfuerzo de Deke, el director se encuentra con Roxy, una de las nuevas agentes. En esa conversación descubre que Deke también se hizo cargo de los hermanitos Mackenzie y que los Chronicoms han penetrado el Faro.
El momento de los Chronicoms recorriendo los pasillos utiliza elementos de terror típicos de la época y vemos litros de sangre en cada una de las muertes. Algo que rara vez pudimos ver en Agents of SHIELD. El equipo se reúne, Mack y Deke estrechan la mano con una sucesión de increíbles planos característicos de los ochenta. Luego, decide usar el uniforme y lo vemos prepararse como cualquier personaje de acción lo haría en esa década.
Las escenas de acción son cortas, concisas y efectivas. No hace falta ni un derroche de efectos especiales, ni peleas super coreografiadas. Después de todo, estamos en los ochenta y con algunos disparos, explosiones y, ¿por qué no?, rayos láser, todo se soluciona favorablemente.
El equipo vuelve a reunirse
Al final, apoyado por sus amigos y su nuevo equipo, Mack logra realizar su duelo y volver a sus funciones de director de SHIELD justo cuando el Zephyr aparece en 1983, veinte meses más tarde de haberlos dejados varados. May y Yo-Yo se dirigen al Faro para reencontrarse con Mack y Deke y también para conocer al nuevo equipo.
Descubrimos que Simmons está creando un nuevo cuerpo para Coulson. El nuevo salto temporal será en 27 días y apenas tenemos una pista de lo que puede llegar a pasar. En la escena final, vemos a Sibyl entregarle las Corrientes del Tiempo a Nathaniel Malick por lo que podemos dejar volar un poco la imaginación.
En cualquier otra ocasión, diríamos que este fue un episodio de transición ya que, la trama principal de la temporada permanece en el mismo sitio que en el capitulo anterior. Sin embargo, ojalá todas las series tuvieran episodio de transición como este. Tanto el ritmo, el color y las interacciones del capitulo son brillantes y hacen que la pasemos muy bien durante los 42 minutos que dura. Teniendo en cuenta que la serie va por su temporada número siete, estos episodios de color y centrados en los personajes son para agradecer.
LO MEJOR DEL EPISODIO: La búsqueda de adaptar su narrativa a la época sin aferrarse a ninguna en particular. Es una comedia de acción, una película de suspenso o una de ciencia ficción. El personaje de Deke resulta muy fresco y su actitud para con Mack en el episodio lo consagra, sin dudas, como uno de mis favoritos.
MI MOMENTO FAVORITO: Tengo que insistir con Deke. Su momento arriba del escenario, su justificación para tener una banda de rock, su rol como lider de ese particular equipo me resultaron desopilantes.
Con el equipo reunido y con 27 días por delante, es muy probable que el próximo episodio vuelva a enfocarse en la trama de la temporada y tengamos, otra vez, razones para pasarla mal. Por el momento, disfrutemos de todo lo bueno que nos brindó este episodio. Al menos mientras los Chronicoms nos permitan hacerlo.