Phil Coulson vuelve a impactarnos y, casi a mitad de su temporada final, Agents of SHIELD nos presenta un episodio en el que la acción es su principal protagonista. Si bien continuamos en 1976, los saltos en el tiempo no tienen mayor incidencia en la trama hasta los segundos finales.
Luego de que el Zephyr expusiera su posición para detener el proyecto Insight, es perseguido y alcanzado por naves “enemigas”. En paralelo, vemos que SHIELD no tiene control sobre su sistema y que todo está siendo manipulado por los Chronicoms.
Si en el episodio anterior nos dio la sensación de que nada salía bien, en este todo resulta todavía peor. El impacto que sufre el Zephyr afecta su funcionamiento y el equipo, que ya se encuentra dividido, debe actuar para repararlo. Deke por un lado y Jemma junto a Enoch por el otro, ponen manos a la obra para terminar las reparaciones antes de que un nuevo salto temporal los sorprenda.
Mientras tanto, Mack junto a Yo-Yo regresan al Faro para rescatar a los padres de este. Entrar es más fácil que salir. El impacto del jefe de SHIELD al momento de enfrentarse con ellos es tan grande que no puede reprimir su impulso de abrazarlos y de presentarles a su novia.
Más adelante, padre e hijo trabajarán en equipo para intentar abrir una puerta que les impide la salida cuando son interceptados por los Chronicoms y Mack, una vez más, se verá involucrado en una dura pelea.
Tres equipos, un plan.
A bordo del Zephyr, Jemma tiene inconvenientes para recordar cosas que debería saber. En consecuencia, descubrimos que lleva un implante biológico diseñado por ella misma para evitar recordar el lugar en el que se esconde Fitz. Con la ayuda de Enoch y a pesar de la interferencia de Deke, logran repararlo para poner manos a la obra en el circuito que impide que el Zephyr vuelva a saltar en el tiempo.
Con respecto a Fitz, descubrimos que se encuentra expuesto en algún sitio desde donde puede monitorear los movimientos de los Chronicoms y que Jemma conoce su paradero. Para tal fin, diseño a Diana, este implante que lleva colocado y que suprime algunos de sus recuerdos y conocimientos.
¿Teorías sobre Fitz? Muchas.¿Certezas? Ninguna. Aunque las ganas de reencontrarnos con este personaje aumentan con cada episodio.
Daniel Sousa y Daisy despiertan esposados y bajo los efectos de alguna sustancia que le impide a Quake usar sus poderes. Con sorpresa, descubrimos que Nathaniel Malick no tiene nada que ver con Hydra. Sus intereses son, podríamos decir, un tanto más elevados que los de su padre y hermano.
Influenciado por Daniel Whitehall, Nathaniel desea experimentar con Inhumanos e intentar la transferencia física de habilidades extrayendo sangre y líquido cefalorraquídeo de Daisy. También considera la posibilidad de que Sousa posea habilidades inhumanas. Conociendo su historia, entiende que cuenta con algún poder que le permite envejecer lento.
Nathaniel se quedará con la duda debido a que Daisy, a pesar de encontrarse al borde de la muerte, logra hacerse con un vidrio que Sousa usa para liberarlos e irse de allí. Antes de lograrlo, verá que la transferencia de poderes de Nathaniel ha sido exitosa. Tal vez demasiado, ya que el joven Malick no parece tener control sobre sus nuevas habilidades.
COULSON: El gran pilar del equipo
Esposados en la sala de interrogatorios, Coulson acusa a May de tener una mala actitud para con él. Dejando de lado su incapacidad de tener sentimientos propios, Phil le reclama no esforzarse por recobrar su relación. Melinda, en cambio, lo acusa de nunca quedarse muerto y de no estar dispuesta a llorarlo una vez más. Al menos no desea volver a llorar por una copia.
La charla abre la cabeza de Coulson que comprende, ayudado por la habilidad empática de May, que los Chronicoms se están adaptando. Ahora pueden imitar sentimientos y poseer recuerdos del cuerpo que ocupan por lo que podrían tomar el lugar de cualquier agente de SHIELD. En consecuencia, sospechando de una agente que no le transmite nada a May, deciden liberarse y rescatan a Stoner justo a tiempo.
Coulson descubre la nave Chronicom debajo del Faro y se dirige allí para descubrir un gran número de cazadores durmientes que pudimos ver al inicio del episodio. También se encuentra virtualmente con Sibyl, la pronosticadora Chronicom, junto a quien protagonizan uno de los mejores momentos del episodio.
En paralelo a otros sucesos importantes, ambos personajes debaten sobre las diferencias entre humanos y Chronicoms. Conocemos la razón por la que estos pretenden quedarse con el planeta Tierra: se consideran menos efímeros que los terrícolas.
Coulson: “Morir es mi superpoder”
Limitados por el paso del tiempo, los humanos actuamos de manera irracional intentando evitar la muerte y la de nuestros seres queridos. En consecuencia, su perpetuidad, los hace sentirse merecedores de poseer el planeta.
Coulson no se deja manipular por su condición de no-humano. Una vez más se diferencia de los Chronicoms destacando algunos puntos que Sybil no parece tener en cuenta. Mientras tanto, vemos al resto del equipo, separados pero trabajando en pos de un mismo objetivo.
Mack combate violentamente y en desventaja contra los Chronicoms. Su intención no es solo mantenerse con vida, sino proteger y defender a sus padres y a la mujer que ama. Deke, Enoch y Simmons se esfuerzan por tener listo el Zephyr para el inminente salto temporal y así, asegurar la supervivencia de sus compañeros. Sousa, a pesar de su limitación física, lleva en andas a Daisy para rescatarla y salvar su vida.
Coulson destaca el sacrificio como una de las principales virtudes del ser humano. Indica que, teniendo en cuenta la forma en la que el tiempo influye en sus vidas, la decisión de sacrificarse por otra persona tiene aún más relevancia. Por su parte, le indica a Sibyl que hace mucho tiempo que no siente miedo por la muerte. De hecho, considera que morir es prácticamente su superpoder.
La frase de Coulson es casi tan épica como el momento que le sigue. Phil regresa a su cuerpo en la nave y detona los explosivos que no utilizó en el episodio anterior. De esa manera destruye la colmena y el cuerpo de los cazadores que se preparaban para enfrentarlo.
Está claro que su muerte no es definitiva pero la sorpresa de verlo sacrificarse una vez más nos quita el aliento.
Un final épico y emotivo
La noticia sobre la muerte de Coulson impacta a todos menos a May. Ella prometió no volver a llorar por Phil. Además, al igual que nosotros, sabe que su regreso es inevitable
Es entonces cuando las cosas comienzan a mejorar. Mack es ayudado por Stoner y logra llevar a sus padres a bordo del Zephyr. Luego de algunos momentos de distensión entre padre e hijo y suegra y nuera, May detecta, una vez más, la falta de sentimientos en el padre de Mack.
Descubriendo que un Chronicom a tomado su lugar, Mack debe enfrentarse y eliminar a sus dos padres. Hacerlo le demanda un esfuerzo, además de físico, psicológico del que parece no le será sencillo reponerse. .
El equipo logró reunirse y reparar el Zephyr justo antes de un nuevo salto en el tiempo. Sin saber en qué año se encuentran, Mack desciende para tomar un poco de aire en soledad. Seguido por Deke, son sorprendidos por un llamado de emergencia. El Zephyr se encuentra a punto de volver a saltar y ya no queda tiempo para que regresen a la nave. Como si la muerte de Coulson y la escena de Mack enfrentando a sus padres fuera poco, el final del episodio nos presenta a dos personajes atascados en en el tiempo.
Varios interrogantes por resolver
¿En qué año se han quedado Mack y Deke y qué función cumplirán en esa época? ¿De qué manera regresará Coulson junto al equipo? ¿Volveremos a ver a Nathaniel Malick, esta vez controlando sus nuevas habilidades? ¿Qué consecuencia tendrá la explosión de la colmena para los Chronicoms?
Pero el interrogante más grande del episodio, y a esta altura el más importante de la temporada, es desde qué lugar monitorea Fitz el accionar de los Chronicoms.
Por el momento, ninguna respuesta para estas dudas pero muchas ganas de continuar viendo la serie ya que la séptima temporada no ha hecho más que mejorar en cada episodio.
LO MEJOR DEL EPISODIO: Los últimos veinte minutos son agobiantes. Los tres puntos clave son la muerte de Coulson, el enfrentamiento de Mack con sus padres y el momento en que queda varado junto a Deke. Todo transcurre de manera sucesiva y casi no nos permite detenernos a pensar en lo que acabamos de ver.
MI MOMENTO FAVORITO: El sacrificio de Coulson. El montaje de la secuencia, con imágenes del equipo dando todo para cumplir con el objetivo mientras Phil no vacila en detonar los explosivos es emocionante.
Agents of SHIELD regresa la semana próxima con un episodio ambientado en una nueva década que, por lo que pudimos ver en el trailer, nos regalará momentos muy divertidos.