Muchos éramos los que temíamos por el futuro de Resident Evil tras la cuarta, quinta y sexta entrega, más cercanas al shooter de acción en tercera persona, que al survival horror con el que se concibió en un inicio la franquicia. Resident Evil 7: Biohazard fue un de soplo de aire fresco que devolvieron un poco de la tensión que necesitaba la franquicia, pero aún estaba lejos de sentirse la esencia de Resident Evil, no ha sido hasta este reciente enero de 2019, donde ya podemos hablar de el renacimiento de Resident Evil, con su última entrega Resident Evil 2 Remake.
Anunciado en el pasado E3 el remake de la historia de Claire Redfield y Leon S. Kennedy, los fans de la franquicia esperaban este lanzamiento como agua de mayo y viviendo en la época en la que las palabras “remake” se usan en muchas ocasiones muy a la ligera con vagos intentos de rentabilizar la nostalgia, hemos de aventurar que Resident Evil 2 es el ejemplo idóneo de lo que debería ser un remake.
Por si no conocéis la historia y a modo de breve presentación, Resident Evil 2 es la historia de Leon S. Kennedy y Claire Redfield, ambos se dirigen a Raccoon City por diferentes motivos y acaban viéndose sorprendidos por la infección que asola la ciudad, ambos deciden refugiarse en la comisaría de la ciudad, donde se lleva a cabo toda la trama. Esta trama que, en un principio, parecería el preludio perfecto para aventurar una historia en cooperativo, se resuelve en dos campañas principales jugables en cualquier orden: Claire A – Leon B o Leon A – Claire B.
En mi caso he decidido jugarlo en el orden canónico y original, Claire A – Leon B. Y he de decir que no se trata de dos campañas diferentes, sino de la misma abordada desde perspectivas diferentes, personajes diferentes y armamento diferentes. Esto no quiere decir que al jugar una campaña la otra vaya a ser más fácil, al menos en mi caso, la primera vuelta con Claire fue un paseo, mientras que la primera vuelta con Leon fue un auténtico infierno, los puzzles y combinaciones de cajas fuertes varían en esta segunda vuelta, y pese a que la estructura de progresión de la campaña sea la misma, se siente diferente y en ciertas ocasiones abandonada, literalmente estás resolviendo de nuevo los acertijos que se supone que Claire ya había resuelto y esto me saca un poquito de la trama.
Sin embargo otros aspectos como que la llave de trébol o la escopeta estén reservados para Leon y la llave de corazón y el lanzagranadas para Claire, son elementos que aportan diferentes experiencias a una misma campaña. También las acciones del primero, en muy contadas ocasiones, tienen su consecuencia en la campaña del segundo, por ejemplo personajes que han sido mordidos o atacados por zombies en la primera campaña se ven transformados ya en zombies en la segunda. Sin hablar de que ambos personajes tendrán interacción exclusiva con diferentes personajes, Claire Redfield cooperará con Sherry mientras que Leon S. Kennedy cooperará con Ada Wong. Pero pese a esto se sigue sintiendo repetitivo en algunos aspectos y, en mi humilde opinión, hubiera preferido dos campañas diferentes, con recorridos y escenarios diferentes, independientes y autoconclusivas. Aunque, de ser así, se habrían configurado muchos cambios frente al original de 1998 y ya tiene algunos cambios notables en la trama que esquiva, para mi gusto, de manera perfecta, los agujeros de guion que tenía el original.
A no ser que seas todo un experto en Resident Evil 2, completar ambas campañas te rondará las 12 horas aproximadamente. Campañas que configuran una historia que ya en su día triunfó de manera increíble y que Capcom ha sabido reescribir manteniendo la esencia del original con los elementos de narrativa actuales. No podemos hablar de miedo, pero si de tensión, tensión constante que tiene como base tres pilares fundamentales: la escasez de munición, la resistencia de los zombies y lickers, y la constante persecución de Mr.X, un villano poderoso y elegante al que no podremos vencer pero sí ralentizar.
Esta tensión condiciona de manera muy favorable la jugabilidad, la cámara fija ha sido sustituida por una cámara al hombro y el disparo fijado ha sido sustituido por un interesante sistema de apuntado. A esto se le suma la gestión de inventario limitado, elemento que considero el eje central de toda la jugabilidad, elegir bien el equipo que vas a llevar desencadenará una u otra situación y esto no hace más que enriquecer la experiencia. El inventario está limitado pero es perfectamente ampliable si consigues resolver diferentes acertijos o abrir alguna caja fuerte. Otro elemento interesante es la gestión de la munición, escasa de principio a fin, cada disparo cuenta y en muchas ocasiones te verás obligado a recorrer las estancias de la comisaría sin munición de ningún tipo de arma.
Gráficamente luce espectacular, este Resident Evil 2 Remake utiliza el motor gráfico ya visto en Resident Evil 7: Biohazard y reconstruye de manera increíble escenarios ya conocidos como la icónica comisaría de Raccoon City. Si buscas al detalle se pueden encontrar imperfecciones y fallos en las texturas del escenario o de los enemigos a los que nos enfrentamos, pero el título juega con las perspectivas de luz y oscuridad dotando a los escenarios de un realismo incuestionable, en el caso de los enemigos el aspecto más reseñable es la reacción del cuerpo de estos a los diferentes tipos de disparos, posibilitando la situación de desmembramientos o simples agujeros de bala.
En cuanto al sonido, la sensación es equiparable a la que se respira en todo el remake, sonidos, voces y banda sonora nuevos e increíbles, es realmente una pena que al menos, en el caso de la banda sonora no se respetase la original, pero la reinterpretación y ecualización de sonido de este remake es digna de elogio. Mi consejo en este aspecto es que se juegue el título con cascos y sientas la tensión de escuchar los gritos de los zombis, lickers, gruñidos de perros y , como no, las pisadas en la madera de Mr. X.
Resident Evil 2 Remake es un juego que respira la nostalgia de hace más de 20 años, pero que ha renacido con las mecánicas jugables y narrativas actuales que han creado con este remake una reinterpretación del género survival horror, una manera diferente e idónea de concebir un género que estaba dando ciertos palos de ciego en los últimos años.