PRECAUCIÓN: Este artículo contiene spoilers de la serie Bruja Escarlata y Vision.
En su tercer episodio, titulado Ahora en Color, Bruja Escarlata y Vision vuelve a codearse con la clásica estructura de una sitcom norteamericana abordando también, incluso con mayor énfasis, códigos que pueden verse en cualquier thriller psicológico.
Está claro que la serie es una comedia, por supuesto. De hecho, hasta cuenta con reidores profesionales que nos indican cuáles son los momentos en los que debemos reír.
Sin embargo, la trama del primer show realizado por Marvel Studios para Disney + crece y toma impulso a través de las pequeñas incógnitas expuestas frente al espectador en diferentes momentos de cada episodio.
Resulta muy extraño ver a Elizabeth Olsen y a Paul Bettany sobreactuando. Exagerando expresiones, moviendo el cuerpo de manera sobrenatural y realizando forzados ademanes para acompañar sus líneas de diálogo con gags de humor corporal. Tan raro que resulta divertido, es cierto, pero raro en fin.
No obstante, son esos momentos en los que vemos a Scarlett Witch alterando sus expresiones humorísticas para transmitir suspenso, los que nos mantienen atentos frente a la pantalla durante los 30 minutos de duración de cada capítulo.
A partir de aquí, Bruja Escarlata y Vision Full Spoilers
En este tercer episodio, el show se sitúa en los años 70, homenajeando clásicos programas norteamericanos como The Brady Bunch. La inmensidad de los colores en la pantalla muestra una gran preponderancia por el característico rojo (escarlata) de Wanda Maximoff.
Wanda y Vision atraviesan el fugaz y sorpresivo embarazo de sus gemelos Tommy y Billy.
¡Así es! En una sucesión de escenas absurdas y divertidas, Marvel Studios presenta a dos futuros miembros de Los Jóvenes Vengadores: Wiccan y Speed.
Al igual que en los cómics y debido a las vacilaciones de Vision, resulta evidente que la gestación de los gemelos no se ha dado de manera natural. Por el contrario, el hecho constituye otra de las manipulaciones de Scarlett Witch en esta realidad.
Los eventos del episodio permiten obtener dos importantes conclusiones:
- En primer lugar, Wanda pierde el control de sus habilidades cuando el dolor, o sus emociones, la llevan a un extremo.
- Por otra parte, si bien Wanda continúa manipulando la realidad a su antojo, no cuenta con un control absoluto de su entorno. Mariposas y una cigüeña dan cuenta de esto.
Vision es un espectador más del show
Vision, por su parte y al igual que en el episodio anterior, continúa sin tener una verdadera idea de lo que allí sucede.
La rápida gestación de sus hijos le genera dudas. También le llama la atención la sospechosa actitud de sus vecinos Agnes (Kathryn Hahn) y Herb (David Payton). Ambos personajes son conscientes de los eventos que suceden a su alrededor pero tienen reparos para manifestarlos en voz alta.
Misma situación que sucede con el doctor quien actúa de manera normal frente a Wanda pero se permite ser honesto cuando se encuentra a solas con el sintezoide.
Justo al final, tanto los actores como el show dejan atrás el habitual clima de comedia para convertirse en una especie de thriller psicológico o de misterio en el que cualquier resolución podría resultar tan impensada como posible.
No obstante, es la carencia de esa resolución lo que provoca el verdadero impacto de Wandavision.
Tensión e intriga antes del final
El espectador es testigo de la falsa y ridícula realidad en la que conviven La Bruja Escarlata y Vision. La necesidad de respuestas que siente Vision es la misma que la del espectador, ansioso por llegar al final de la serie para clarificar hasta la teoría con menos sentido.
Lejos de las respuestas, la conclusión del episodio lleva al espectador desde la comedia al drama y luego al suspenso gracias a la interpretación de Elizabeth Olsen.
La emoción de una madre primeriza entonándole la primera canción de cuna a sus hijos en homenaje a su hermano fallecido, se convierte en una amenazadora mirada de asesina en serie al indagar a Geraldine (Monica Rambeau) en busca de respuestas.
Las evasivas actitudes del misterioso personaje interpretado por Teyonah Parris no hacen más que aumentar el disgusto y enojo de la Bruja Escarlata. En consecuencia, es ella quien determina, de manera literal, que ha llegado el momento en que Geraldine abandone la casa.
El gesto de Wanda en su última escena, de pie frente a la cuna de sus hijos, es tan estremecedor como los momentos más tensos en cualquier película de terror basada en un personaje perverso.
Westview existe, pero…
Geraldine atraviesa una especie de campo de fuerza que parece contener el sitio en el que todos los acontecimientos suceden. Westview existe y está rodeado por fuerzas armadas que se acercan con precaución al lugar en el que aterrizó la recientemente expulsada.
Si Geraldine pertenece a SWORD, ¿quiénes son los uniformados que se acecercan apuntando con sus armas a este personaje al finalizar el episodio?
Con la falsa premisa de hacernos reír, en apenas tres episodios la serie logró construir un enjambre de incertidumbres que no parecen estar próximas a revelarse.
Las brillantes actuaciones de sus protagonistas, quienes pasan de la comedia al drama en apenas cuestión de segundos, sumado al inteligente manejo de climas por parte de la producción, hacen que Bruja Escarlata y Vision no pueda ser encasillada en ninguno de los géneros conocidos hasta el momento.