A la 01:24 horas de la madrugada del 26 de abril de 1986 en la central nuclear Vladímir Ilich Lenin (o central nuclear de Chernobyl), Ucrania Soviética, uno de los reactores de la central explotó durante una prueba de seguridad. Exponiendo así el núcleo radiactivo y provocando uno de los mayores desastres medioambientales de la historia.
Esta historia ha permanecido latente durante estos 30 años. Ahora, HBO ha vuelto a traer luz a este caso con la miniserie ‘Chernobyl’. Y no es exageración decir que es una de las mejores series que hemos podido ver en los últimos años.
Una dramatización perfecta del terrible desastre
La miniserie de 5 capítulos recrea todo lo sucedido desde el momento de la explosión del reactor. Así como los titánicos esfuerzos de cientos de miles de personas por contener lo que podría haber sido un desastre mucho peor. Y la grandeza de esta serie es que nos ofrece una visión abrumadoramente realista. Su mayor logro es contagiar el miedo hacia el “enemigo invisible”: la radioactividad. Creando una atmósfera agobiante, podemos sentir partícula de radioactividad en el aire.
En cinco capítulos nos explican con detalles los horrores que causó este desastre. Siguiendo las historias de varios de los personajes reales que lucharon contra aquello que no veían. Aceptando las consecuencias de permanecer ahí, se sacrificaron para que millones de personas no sufrieran por este desastre. Unos pocos ejemplos que ponen nombre y rostro a los más de 700.000 personas que fueron movilizadas, entre civiles y militares, en los diversos trabajos de limpieza en la zona de exclusión. La mayor movilización militar y de recursos de la URSS desde la Segunda Guerra Mundial.
Una visión realista sobre Chernobyl y su contexto.
Una labor también a destacar es su realismo, no solo del propio desastre, sino de su contexto. Pues la serie también sirve de crítica para el sistema y la sociedad soviética de la época. Una nación a la que le importaba más las apariencias que la realidad. Exponiendo así las verdaderas causas que provocaron este desastre. Y aunque no es spoiler hablar sobre esto, pues es parte de la historia real, no os arrebataré la experiencia de ir descubriendo, junto con los personajes, todos los problemas a los que se enfrentaron.
Tal vez la única pega que podríamos ponerle es que no hay apenas actores rusos. Sin embargo, la gran labor interpretativa de todos los actores hace que apenas nos fijemos en esto. Actores de la talla de Jared Harris, Stellan Skarsgård o Emily Watson realizan una gran labor interpretativa. Así como los secundarios que sufren los efectos de la radiación. A lo que hay que sumar el apartado artístico que nos muestra con horror las secuelas de este terrible desastre.
Un desastre que no desaparecerá, pues la reactividad del núcleo permanecerá durante miles de años. Y Chernobyl, y las labores de mantenimiento del sarcófago serán un permanente recuerdo del desastre.