Hace unos días se estrenaba en las salas de cine y en Disney + con Premier Access, Cruella de Craig Gillespie. Y por ello hoy os traemos la crítica de Cruella: repaso de una de las villanas más icónicas de Disney.
Desde hace unos años, la factoría de entretenimiento infantil por excelencia intenta adaptar sus personajes a una realidad más actual. Tras Maléfica, villana de la Bella Durmiente, que gracias a su éxito tuvo con dos películas propias, ahora llega el turno de Cruella de Vil. Sin embargo, no se trata de un remake de la clásica 101 Dálmatas como tal, sino de una precuela de lo que podría llegar a ser en un futuro.
El filme aborda los inicios de una de las villanas más famosas del cine y conocida por su estilo: Cruella de Vil (Emma Stone). Ambientada en Londres de los años 70, durante la revolución del Punk Rock, nos presenta a una joven estafadora bajo el nombre de Estella, que tras una serie de sucesos la conducirán a abrazar su lado perverso llevándola a convertirse en la irreverente y vengativa Cruella.
¿Por qué te atrapa la trama?
Una virtud de la cinta es la enérgica composición visual que presenta Cruella, gracias a algún que otro plano secuencia que aporta dinamismo al filme y a su formidable montaje. La experiencia cinematográfica del espectador ante esta película es óptima ya que cumple las funciones principales de entretener y que la película sea fácil de ver.
El personaje interpretado por Emma Stone, quien nació para encarnar este papel a juzgar por la sobriedad y atracción que alcanza su figura en la transformación de Estella al alter ego de Cruella, triunfa con todas sus alusiones, aunque en ocasiones no sepamos si se trata de imitaciones, guiños o préstamos. A lo largo de la cinta podemos ver que hay escenas que parecen prácticamente calcos de la tan conocida película El diablo viste de Prada (2006), incluso el personaje que representa Emma Thompson, una fashionista famosa de la época, recuerda mucho de Meryl Streep como Miranda Priestly.
¿Quién es el verdadero alma de la película?
El personaje mejor construido de la cinta es el maquillaje y vestuario. La diseñadora Jenny Beavan, ganadora del óscar a Mejor vestuario por Mad Max: Furia en la carretera, se apoyó en la época del Punk en el Londres industrial de los 70 para construir una excéntrica indumentaria llena de contrastes para todos aquellos que disfrutan y aman la moda. Pero, ¿Por qué tiene un papel tan importante la moda en esta película?, pues bien, resulta que la protagonista se enfrentará a su enemiga en una lucha basada en el estilo y la provocación estética, tratando de conseguir la mejor performance.
Está claro que el carisma que emanan las dos protagonistas Emma Stone y Emma Thompson, personificando a Cruella y a la Baronesa parece indudable. Y más allá de las similitudes con El diablo viste de Prada y con el personaje de Harley Quinn, la película funciona como antesala para futuras películas de la franquicia del ratón más famoso de Hollywood. Hasta aquí la crítica de Cruella, podeís disfrutar de ella en cines y en Disney + mediante Premier Access con coste adicional. Y vosotros, ¿Ya la habéis visto? cuéntanos qué te ha parecido a través de nuestras redes sociales.