Cuando me dispuse a ver la segunda temporada de Luke Cage en Netflix los miedos me sobrecogieron, ¿Sería tan dura de ver como la primera? ¿Tan lenta? ¿Me haría posponerla para otro momento?
Para mi suerte y disfrute no fue así (me comí el hate) y en este post, os voy a contar los puntos fuerte, débiles y ese momento ALUCINANTE que tuvo la segunda temporada del héroe de Harlem.
Sin duda uno de los puntos fuertes de la serie es su ritmo.
Se mueve a ritmo de Jazz, Soul, Reggae y Ritm & Blues. Una música que le da un ambiente sublime a la serie y que le da personalidad a cada capítulo. Sin duda, hace de puente perfecto entre capítulos, los cuales fueron rodados por directores diferentes y que contó en su episodio piloto con la gran Lucy Liu.
Los personajes evolucionan estupendamente, al menos, en su mayoría.
Shades es mi personaje favorito de la serie. Su personalidad, el cómo hace lo que sea para sobrevivir, hace que sea un gánster de pies a cabeza y morirá siéndolo. Este no se queda muy atrás de la evolución de Mariah Dillar, que también es brutal, y se vuelve en lo que más odia, tomando su propia medicina. Sin duda, sublime de ver.
Con Claire me dejaron claro que su presencia era bastante innecesaria en esta temporada. Genial actriz, necesaria en el camino de Luke para crecer, pero ya va siendo hora de que busque a alguien que le entienda. Espero que pronto su camino y el de Jessica Jones se crucen y que podamos ver historias tan maravillosas como las de los cómics.
Lo de Finn Jones es fenomenal. Ya no parece un crío. Aparición breve pero brillante y podemos ver una preciosa referencia a los cómics que le dio muchísimo hype ¿Los héroes de alquiler ya están aquí?
Bushmaster está increíble. Realmente no es un villano, el sólo quiere justicia a su manera. Viene a recuperar lo que considera que por derecho le pertenece y hará lo que sea necesario para recuperarlo. Los momentos más violentos de la serie podremos verlos cuando él aparezca en escena.
Los guiños a los cómics le dan vida a la serie.
Sin duda, los guiños a los cómics es algo que me hizo sonreír mucho. Es algo que uno busca cuando ve series o películas basadas en cómics. Si en la primera temporada pudimos ver el traje original de Power Man, en esta segunda temporada podréis ver guiños a su logo y a los Héroes de alquiler.
Por desgracia, no todo son cosas buenas en esta serie, hay algunas cuantas balas Judas.
La lentitud con la que se desarrolla todo aún sigue patente. No han aprendido nada de la primera temporada y hay momentos en los que puede que te eches una siestecilla. Mike Colter da el pego físicamente como Luke Cage, pero es un actor para mi gusto inexpresivo, muy parado. El Luke Cage de los cómics tiene más sangre, es más enérgico y es un macarra de aúpa. Pese a eso no le cambio por otro.
A pesar de que han mejorado las coreografías, las peleas me siguen pareciendo algo forzadas. Vale que con tocarlos los espachurra, pero el colega se mueve como un maniquí, no sé, ¡haz algo más chiquillo! (Daredevil ha hecho mucho daño, para bien).
ATENCIÓN SPOILERS, LEE BAJO TU PROPIA RESPONSABILIDAD.
Ya hemos hablado sobre los puntos fuertes y sobre las carencias de esta serie, pero ahora hablemos de lo que sin duda nos dejó a todos con cara de póker.
Me sorprendió profundamente el final de temporada. No he conseguido asimilar ni llegar a entender el como después de todo. Después de haber luchado contra la mafia, después de tener ese debate interno sobre lo bueno y lo malo constante, de querer salvar la ciudad, me sorprendió que Luke finalmente acepte heredar el Harlem’s paradise y se convierta en lo que más odia para salvar la ciudad. Eso sí, han conseguido lo que querían, tenerme expectante de cara a la tercera temporada, que, por favor, espero que la haya.
Como opinión personal, imagino que Luke habrá decidido ser ese mal necesario que siempre existe en cada barrio y en cada ciudad. Él ahora es equilibrio, es quien tensa las cuerdas de esa ciudad que nunca duerme, siempre a la espera de que el héroe del pueblo, su héroe, vuelva cuando lo necesiten. Recordad, este amor es a prueba de balas.
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Un cordial saludo y ¡hasta la próxima!
The Review
A rasgos generales es una serie muy entretenida, muy “palomitera” diría yo. Sin embargo, por momentos te desconecta por su lentitud, algo que a más de uno quizás le haya hecho plantearse seriamente si seguir viéndola o no. Si eres amante de los cómics, y en concreto de este personaje, creo que quedarás bastante satisfecho con el trabajo realizado. Pero una cosa está clara, esta serie no dejará indiferente a nadie.
Fue genial la referencia a “El Padrino” en el final de temporada, me hizo sonreir