Aún recuerdo cuando vi por primera vez el trailer de Mentes Poderosas en el cine y pensé que podría ser una película interesante. Tras esto, me informé de que estaba basada en una serie de novelas juveniles y esto me hizo temer lo peor. No iba mal encaminado. Mentes Poderosas (The Darkest Minds) es una película entretenida y ciertamente emotiva. Esta presenta una buena idea que perfectamente se podría haber convertido en un éxito como Los Juegos del Hambre. Sin embargo, esta no ha sido muy bien ejecutada, por lo que ha caído en parecerse a otras franquicias como Divergente o El corredor del laberinto.
Después de que una enfermedad matase al 98% de los niños y jóvenes de los Estados Unidos, el 2% que consiguió sobrevivir ha desarrollado superpoderes, pero se los ha encerrado en campos de internamiento al ser declarados una amenaza. Una de esas niñas de 16 años, Ruby, consigue escapar de su campamento y se une a un grupo de adolescentes que huyen de las fuerzas del gobierno (Filmaffinity).
El argumento de la película, como ya he dicho, me resulta bastante curioso. No es muy original que digamos, sobre todo cuando hablamos de jóvenes que intentan escapar una entidad superior que les persigue y se revolucionan contra la misma. Pero el tema de los superpoderes y las forma en que a estos se les trata la convierte en algo diferente al resto. La trama creo que ha encontrado algo de inspiración en X-Men. Sin embargo, esto solo es algo con lo que podemos soñar, ya que el guión y cómo ha sido ejecutada la película son desastrosos.
El guionista, Chad Hodge, ha querido dar mucha información y ponernos en situación en muy poco tiempo. Esto hace que el primer acto del filme sea un caos excesivamente alocado. Si hubiese sido de otra forma, creo que la conexión entre el público y los protagonistas hubiese sido diferente. No existe un desarrollo de los mismos cuando ya nos quieren dar a entender que hay una relación estable entre ellos. Por esta parte, bastante mal. Sin embargo, se van entendiendo las cosas a lo largo que avanza la película y se pueden sentir a estos personajes más cercanos de lo que eran antes. Esto desemboca en un final algo emotivo y que, por supuesto, se queda abierto para una secuela. ¿Qué gracia tiene que una adaptación de novela adolescente no se convierta en trilogía?
Entre el elenco tenemos a Amandla Stenberg como Ruby Daly. Esta actriz, a pesar de no haber echo una mala actuación, siento que daba pena en pantalla. Pero no por su actuación, no, si no por sus gestos faciales. De verdad, tenía la sensación como si estuviese triste constantemente, incluso cuando se reía. Creo que esto potencia la psicología de su personaje y ayuda bastante a creernos a Ruby.
Harris Dickinson como Liam me ha parecido lo más destacado del reparto. Una grata sorpresa haciendo que su personaje valga para algo más que un simple love interesting. Creo que si sigue por el camino le espera una carrera fantástica por delante.
Skylan Brooks como Chubs me ha resultado un alivio cómico bastante bueno. Acostumbrado a que este tipo de personajes se me hagan pesados y cansinos, creo que este no lo es. Ayuda bastante a la trama y sus actuaciones son oportunas y en su lugar. Es uno de los pocos aciertos del guión a mi parecer.
De Miya Cech como Zu, poco se puede decir en esta película. Sin guión y sin apenas minutos en pantalla no se puede comentar nada.
Sin embargo, como parte mala del reparto cabe destacar a los “villanos”: Gwendoline Christie como Lady Jane y otro que no debo mencionar porque es uno de los spoilers más grandes de la película. ¡Ay, Gwendoline! Quien te ha visto y quien te ve. Después del fracaso de Capitana Phasma en Star Wars, creo que por aquí no ibas bien encaminada.
La dirección de Jennifer Yuh me ha parecido acertada y da algo de consistencia a esta producción. Ha sabido transmitir aquello que estas novelas adolescentes suelen transmitir y creo que ha conseguido que la relación entre los dos protagonistas sea más sostenible que en otros filmes de este estilo. El montaje también me resulta adecuado aunque no muy complicado ni arriesgado.
A nivel técnico, la película también ha dejado algo que desear. La fotografía no es nada destacable y los efectos especiales poco competentes. El 90% del presupuesto de CGI creo que se ha dejado en una escena puntual del filme, que quien la haya visto sabrá de lo que hablo. El resto de escenas que necesitan un poco de ayuda de la magia del cine quedan algo irrisorias y no están a la altura. Una pena.
Sin embargo, algo destacable de la película me ha parecido la banda sonora. Esta es capaz de darle el alma y el empujón que muchas escenas necesitaban. Es conmovedora y emotiva cuando tiene que serlo y da una fuerza brutal a la película. Esto es una buena señal y espero que la secuela siga por ese camino.
Tras todo esto debo decir que no me cierro a ver la siguiente entrega de la saga que nace este fin de semana en cine. El final me parece acertado. Te deja con ganas de más y eso es bueno. El cliffhanger utilizado no es original pero sí funciona y le da un toque más interesante a la película.
Ahora me gustaría saber qué os ha parecido esta película a vosotros. ¿Tenéis ganas de una secuela? Dejadnos saber todo en los comentarios.