Jump Force es el nuevo juego de peleas de Bandai Namco que reúne a diferentes personajes de 15 animes diferentes, con escenarios del mundo real y de dichos animes, una premisa que a priori puede parecer buena, y que para muchos fans del manganime suena muy atractiva, y ese es el principal problema, resulta un videojuego más disfrutable en el apartado visual que en su propia jugabilidad.
Nada más entrar en Jump Force nos ordena crearnos un personaje con el que completaremos el modo historia, este personaje será perfectamente editable en cuanto a aspecto y habilidades. Aunque dentro de la propia edición ya tiene sus limitaciones.
La trama breve, simple y no muy profunda, que sirve como herramienta para justificar el crossover, dos villanos que aparecen y con una materia oscura corrompen a los personajes para obligarnos a luchar con ellos… he jugado a Dragon Ball Xenoverse… y es la misma historia…
En cuanto a su jugabilidad… se han volcado tantos esfuerzos en representar el frenetismo y epicidad de los combates del anime shonen que se han sacrificado por el camino cualquier intención de profundizar en las mecánicas de combate. Prácticamente puedo ganar cualquier combate con 2 o 3 botones, con un sistema de autocombo que da lugar a secuencias muy épicas sí, pero sin mérito ninguno. Y no es porque no tengamos opciones: persecuciones, esquivas, cargas de energía, agarres, transformaciones, diferencia entre golpes fuertes y débiles, 3 habilidades mágicas e incluso una cuarta a modo de finisher. Pero todas estas opciones no son más que meras herramientas carentes de la relevancia suficiente para determinar el resultado final, salvo por los golpes y el bloqueo, el resto de opciones no tienen una situación en la que resulten claves para superar a nuestro adversario.
Estos controles se aplican a todos los personajes por igual, por lo que tenemos la sensación de estar utilizando un mismo personaje con diferentes aspectos, y esto sumado a la facilidad que el título ofrece de base, hace que cualquier persona coja el mando y ejecute unos espectaculares combates sin mucha práctica.
Todo esto hace que el juego sea divertido y entretenido de forma muy fugaz, después de unas pocas horas de juego el título se siente monótono y resulta increíblemente repetitivo y aburrido.
Otro aspecto que ha resultado un tropiezo para la experiencia del título, es el sistema de equipos, en este juego, al igual que en otros títulos como Marvel VS Capcom 3 o Dragon Ball Fighters Z, son combates de 3 vs 3, con la diferencia de que en este título la barra de vida es compartida por los tres personajes en lugar de tener cada uno su propia barra de vida y energía/mana como ocurre en otros juegos. Tampoco existe una gran cantidad de ataques combinados y las asistencias de los compañeros en ocasiones son más un incordio que una ventaja. Esto hace que la sensación de equipo desaparezca y que finalmente solo utilices al personaje que más te guste.
Como ya señalé, nada más entrar nos creamos a nuestro propio personaje y con ese personaje recorreremos las estancias de la base de Jump Force, base que nos servirá para acceder a las misiones principales y secundarias, a las tiendas y a los combates offline, por cierto si jugamos en línea nos encontraremos con otros jugadores por esta base, pero la interacción con estos es nula. La base tiene 4 salas, de las cuales 3 están basadas en los animes de Dragon Ball, One Piece y Naruto, un plaza principal y un pasillo externo totalmente inútil.
Los tiempos de carga son, en muchas ocasiones, agónicos, y las secuencias de vídeo del modo campaña carecen de opción para ser omitidas. Algo que Bandai Namco ya ha asegurado que arreglará en un futuro parche junto a el balanceo de personajes y determinados bugs.
El diseño de los personajes y escenarios traiciona un poco la estética manganime en busca del realismo, lo cual ha dado buen resultado en algunos personajes pero en otros no deja de chocar. Eso sí, los escenarios cumplen con el cometido del juego que es contribuir a la espectacularidad del combate y cualquier golpe o movimiento genera destrucción en los elementos del escenario, salvo por los límites de estos que carecen de interacción alguna y se aprecian a la mínima.
Lo mismo ocurre con la banda sonora, que trata de contribuir a esa pretensión de espectacularidad y cumple bastante bien su cometido. Por otro lado los efectos y voces de los personajes están directamente extraídos del anime, con los actores de doblaje originales.
Finalmente Jump Force ha supuesto un tremendo fiasco, lo que se postulaba para ser el juego de peleas que los otakus merecen, ha caído en un vano intento de rentabilizar el fanservice.