Desde que se estrenara Capitana Marvel, la película sigue dando mucho de qué hablar más allá de la soberbia recaudación a la que está llegando. Uno de los temas de los que con más frecuencia se habla, es el hecho de que el personaje no mostrara ningún interés romántico durante el film. Y a la vista de los comentarios, Kevin Feige ha salido a aportar las razones que hay tras este hecho en ScreenRant.
Para el jefe de Marvel Studios, está claro. Las relaciones amorosas no eran prioritarias, ni siquiera era algo que se tuviera en cuenta. La relación de amistad en cambio, sí tenía suficiente peso para no tener que recurrir a las relaciones románticas. Precisamente debido a que esta cinta trataría los orígenes de la Capitana Marvel, y la gran historia que subyace de ello. Que no es otro que el pilar en el que se fundamenta su alter ego; la historia de Carol Danvers. Y en la que por supuesto cobra vital importancia su amistad con María Rambeau, interpretada por Lashana Lynch.
“Ni siquiera se nos ocurrió tener un interés amoroso. La película no se trataba de eso. Se trataba de que Carol se encontrara, creciera y cometiera errores, y que sus mentoras y amigas la reforzaran. Y esa relación con María era muy importante”.
Concretando todavía más a cerca de la relación con María Rambeau:
“Francamente, le doy todo el crédito a Lashana, que fue increíble y, no sé si es un spoiler o no, que sin embargo fue la única estructura de historia de origen que tiene esta película. Al principio estábamos como, ¿ese vínculo va a ser lo suficientemente fuerte? […] Y entonces vimos la audición y los diarios. Son increíbles“.
El pasado será el futuro de la Capitana Marvel
Para Kevin Feige tiene tanto peso y sentido esta amistad y la propia Carol Danvers, al margen de aditivos amorosos, que ha comentado que en futuras películas de la Capitana Marvel continuarán explorando su pasado en este y mucho sentidos. Quiere dotar al personaje de su propia mitología, su propio rincón dentro del MCU. Además añade:
“Si bien no somos específicos sobre ello en la película, es posible entender dónde ha estado ella todo este tiempo. ¿Por qué no la habíamos visto todavía? La respuesta se revela y se insinúa en esta película, cuando estaba tratando con un conflicto colosal, universal, en otra sección del MCU “.
¿Guerra Kree – Skrull? ¿Será entonces este conflicto lo próximo que veamos sobre la Capitana Marvel?
El amor; sólo una pincelada más del cuadro
Al margen de esta posible revelación, restarle prioridad a las relaciones amorosas parece todo un acierto para empezar a construir este personaje en la gran pantalla. Naturalmente eso no quiere decir que se deba prescindir de ellas necesariamente. Las mismas son parte de la vida, como cualquier otra faceta.
El problema radica en que, respecto a personajes femeninos, el cine ya ha tenido suficientes raciones considerando a la mujer casi siempre desde la perspectiva romántica. Y no suficientes como una figura que se sustenta y valida a sí misma, sin la guía masculina o intención de apoyarla. No hay bastantes referentes desde cualquier otra de las muchas perspectivas y facetas que son posibles explotar en una protagonista femenina. Tan fuertes y ricas como las de cualquier exponente masculino. El quid es asumir todavía que esas otras facetas no puedan ser explotadas al nivel de sus compañeros masculinos, o hacerlo de la manera adecuada. Sin un justificante amoroso, o la compañía de conductores masculinos, por ejemplo.
Una superheroína, una líder, una mujer.
En este caso además se torna necesario. Pues no sería razonable ni creíble un personaje de trasfondo prácticamente nulo, o casi eclipsado por su parte romántica. Sin el desarrollo de otras lo suficientemente fuertes y amplias… que está supuestamente llamado a liderar.
Ese liderazgo debe erigirse sobre una historia, rasgos e ideales sólidos, que validen esa autoridad. Debe ser ostentado por un personaje de férrea identidad y convicciones, capaz de inspirar y motivar, como cabe esperar de cualquier cabecilla.
Y naturalmente todo esto le queda demasiado grande a un rol tan manido como el de la chica cuyo acto más relevante, o de los más prioritarios, sea el de enamorarse o acompañar. Dejándose llevar encubiertamente como un trozo de madera, por el río de los acontecimientos.
En resumidas cuentas, y aunque aplicable en muchos sentidos fuera de la pantalla, hablamos de superhéroes. De gente singular, cuyas gestas se vuelven célebres en la singularidad. Con tantos siglos de priorizar el enfoque amoroso para la mujer, esto ya ha dejado de ser algo precisamente “singular”.
¿Qué os ha parecido el enfoque de la Capitana Marvel en este sentido? ¿Habéis echado en falta el romance en su película de inicio? ¡Nos gustaría saber vuestras impresiones, cualesquiera que sean, aquí o en las redes!