Territorio Lovecraft comienza con una escena en blanco y negro ambientada, aparentemente, en la guerra de Corea. Poco a poco, el fuego, las balas y algunos otros elementos van tomando color. Aparecen platillos voladores en el cielo, extraños monstruos con tentáculos se enfrentan a un beisbolista y una princesa marciana desciende de una nave.
En pocos segundos, la serie nos deja en claro que acabamos de darle play a algo diferente. Muy diferente. Una locura.
Sin embargo, luego de la mencionada escena inicial y durante gran parte de Sundown, en este primer episodio el elemento sobrenatural desaparece por completo.
Atticus, su tío George y su amiga Leti, son fanáticos de la ciencia ficción y grandes conocedores de la literatura de terror. Son ellos quienes nos sugieren y recuerdan, en sus propias conversaciones, que lo que estamos viendo es algo más que un drama sobre la vida de los negros en los Estados Unidos.
¿De qué se trata Lovecraft Country?
Mientras tanto Lovecraft Country se convierte en un drama que nos presenta a tres personas con diferentes realidades:
Atticus (Jonathan Majors) es un veterano de guerra que regresa a Chicago para buscar a su padre desaparecido. Su única pista es la misteriosa carta en la que se menciona un legado secreto de sus orígenes. De manera críptica, su padre menciona elementos que remiten, justamente, a conceptos lovecraftianos que podrían tener su correlato en la realidad.
Su tío George (Courtney B. Vance), además de orientarlo, se suma a la búsqueda de su padre para continuar completando una guía que ayude a los negros a viajar seguros por las rutas norteamericanas. En este caso, la amenaza no se trata de monstruos con tentáculos sino de supremacistas blancos que, como podremos comprobar, son casi tan aterradores como las creaciones de Lovecraft..
Letitia (Jurnee Smollett) parte junto a ellos por cuestiones menos idealistas… o no. Su estilo de vida la lleva a depender y a enfrentarse con sus hermanos. Unirse a Atticus y a su tío en las carreteras norteamericanas será prácticamente su única opción.
Durante su viaje los veremos atravesar ciudades en las que el contraste entre la vida de los blancos y los negros es evidente. Hasta aquí, nada que no hayamos visto antes.
El peso del drama personal de cada personaje se suma a la atmósfera de opresión que se percibe a lo largo del episodio y que se manifiesta de manera evidente cuando deben escapar de un bar al ser perseguidos por las propias autoridades del pueblo.
¿Y el terror?
A partir de ese momento, el elemento extraño se hace presente.
En principio, en el momento en que logran escapar de la persecución gracias a un extraño automóvil que intercede. Si bien no hablamos de terror, queda claro que el auto y su conductora se encuentran en un registro diferente al del resto de la serie. Apenas recibimos una pista sobre él en un diálogo anterior pero la razón de su presencia allí, deberá esperar hasta el próximo episodio.
Luego llega el momento de la tensión. Una escena que podemos encontrar cualquier serie que incluya temáticas raciales y opresivas.
Un uniformado blanco y armado de pie, frente a tres personas negras ejerciendo violencia nada más que por su supuesta superioridad. Ni Atticus, ni George ni Leti le faltan el respeto. Sin embargo, de manera repetitiva, el sheriff los maltrata y los instiga a salir de su estado antes de que se ponga el sol.
La secuencia completa es una genialidad. Parte de la incomoda hostigación policial y la imposibilidad de los protagonistas a resistirse. No hay necesidad de la presencia de ningún demonio cósmico para querer dejar de observar lo que estamos viendo.
En consecuencia, deben abandonar el condado antes de la puesta del sol, con especial atención en no violar el límite de velocidad debido a que son custodiados por el alguacil. Parece que no van a lograrlo pero lo hacen, solo para encontrarse frente a un retén policial en el pueblo vecino.
Es curioso como pasamos de la incomodidad inicial, a la adrenalina de una persecución a baja velocidad que intenta adelantarse a la puesta del sol. A medida que se acercan al límite del condado, la escena se vuelve más violenta antes de llegar a su final. Sin embargo, inmediatamente después de la relajación, viene lo peor.
Lovecraft presente
En medio del bosque, a merced de un grupo de policías racistas, los protagonistas son salvados por Shoggoths. Entonces la serie pasa de un drama político y personal a un festival de sangre y terror del que Atticus y Letitia resultan airosos gracias a su conocimiento de la mitología de Lovecraft.
Efectos visuales, acción, sustos y gore, mucho gore, convierten al último tramo del episodio en una manifestación de lo que podemos esperar para el resto de la temporada.
Una serie basada en personajes profundos. Cada uno con su pesada historia familiar y embarcados en un viaje que, evidentemente, los llevará por lugares poco frecuentados de este y otros mundos. La mezcla perfecta entre drama, terror, suspenso y ciencia ficción.
Un producto en el que, de manera clara, pueden verse las manos de Jordan Peele y J.J. Abrams moviendo los hilos.
Como carta de presentación es muy prometedora. Como primer episodio, también.