Luces y Sombras de Tenet (crítica sin spoilers)

Si de algo Nolan es consciente, es de que las comparaciones son odiosas, y sus películas sufren una de las peores vertientes de ello: las comparaciones con sus propias hermanas. En este caso, los símiles con Origen son obvios, y se nota ese intento de salir victorioso de esa odiosa comparación. Hoy traemos una pequeña crítica SIN SPOILERS y hablamos de algunas de las luces y sombras de la última “ida de olla” de Nolan, Tenet, que te animarán a ir al cine para responder esa comparación por ti mismo.

En cuanto a la trama, Tenet es lo que prometía ser: una frenética película de espías llena de acción y elementos científicos/fantásticos que te volarán la cabeza por momentos. En Origen eran los sueños, y en este caso, el toque de originalidad consiste en la idea de que haya objetos cuya línea temporal sea la contraria a la nuestra. Probablemente la primera reacción sea “Espera, ¿qué?”, y en verdad eso es lo que te vas a preguntar varias veces durante la película.

Mi consejo personal es que no dediques esfuerzo a ello. Simplemente, déjate llevar por ese gozoso desconcierto generado por lo fantástico y disfruta de las escenas. Haz caso a uno de los personajes cuando al inicio de la cinta dice: “no intentes entenderlo”. Aunque aquí va una pequeña ayudita para no perderse: cuando no sepas en que dirección va el tiempo, guíate por la banda sonora.

La música y el sonido, precisamente, también son algo destacable. Como en Origen, la BSO, te mantendrá el culo pegado al asiento debido a la tensión que genera. En cambio, los sonidos de balas, explosiones y vehículos harán que des más de un respingo. Y las dos juntas, son la combinación perfecta para acompañar al espectáculo que son las escenas de acción. Todas, sin excepción alguna, son un ejemplo del nivel de perfección al que ha llegado Nolan a la hora del manejo de la cámara. Solo por ello, merece la pena verlo en la gran pantalla.

Sin embargo, en todo ese esfuerzo de originalidad y espectacularidad, Nolan se olvida de trabajar otros aspectos para hacer de su película algo inolvidable.

Si algo se le critica al director y guionista es su vicio por la sobreexplicación mediante diálogos. Y en este caso no se queda corto. Entre explicaciones de la trama y de cambios en el tiempo, hace que por momentos desconectes de la película por la excesiva carga de información. La película hubiera lucido mucho más, si hubiera dedicado menos tiempo a las comentadas sobreexplicaciones y más al desarrollo del personaje principal.

Todos estamos de acuerdo, en que el protagonista es una de las patas que sustenta cualquier historia. En esta, sin embargo, es una de las que más cojea. El protagonista es un personaje más bien plano cuyas motivaciones son simplonas y superficiales. Esto hace que te resulte indiferente y que no conectes con él de la misma forma que sí que lo puedes hacer con DiCaprio en Origen. Es una pena, porque en esta misma cinta Nolan sí que dota de cierta profundidad a otros personajes, lo cual choca aún más con las vagas motivaciones del protagonista.

No me gustaría concluir esta pequeña crítica dejando un mal sabor de boca. Así que, por último, os daré otro de los motivos por el que hay que ir al cine a ver Tenet además de las escenas de acción: el casting. Es cierto que no hacen los papeles de sus vidas, pero sus actuaciones son muy disfrutables. En el dúo héroe-villano tenemos a John David Washington y Kennet Branagh cumpliendo los dos de una forma notable, destacando el segundo sobre el primero. También tenemos a un sensacional Robert Pattinson transmitiendo un aura misteriosa y carismática que va a la perfección con él. Y por último, quizás en el papel más complejo, a Elizabeth Debicki, capaz de transmitir a la perfección las distintas caras de su personaje: la elegancia, la fragilidad, la furia, la valentía, el miedo, la frialdad, el amor…

En definitiva, para bien o para mal, ese afán de superación nos regala unas dos horas y media impresionantes. Todo un espectáculo de luz y sonido dispuesto a volarte la mente en más de una ocasión. Sin duda, algo que hay que experimentar en el cine para poder responder a esa odiosa comparación. ¡Y acuérdate de contarnos tus impresiones en nuestro Twitter!

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