¿Podría Disney considerar un universo live action?

Recién estrenado el nuevo live action de Disney, Aladdin, en los cines de todo el mundo este pasado 24 de mayo, hemos visto como se ha convertido en la película más taquillera del fin de samana. Pero a estas alturas y tras una cierta racha de películas también en live action, cabe preguntarse en algún momento por los planes de los afamados estudios respecto a este tipo de adaptaciones.

Y es que si retrocedemos para echar un vistazo general, vemos que no hay pocas de estas adaptaciones aun por venir. Como Dumbo, The Lion King, Maleficient: Mistress of Evil y Lady and the Tramp, con Mulan y Cruella programadas para el 2020. Además, por suepuesto, de algunas propuestas más sobre la mesa. Como tampoco son pocas las que nos preceden a estas alturas, desde que con Alicia en el País de las Maravillas de Tim Burton (2010) se abriera definitivamente la veda para la adaptación en live action de las películas de Disney. Recordemos ejemplos como Maleficent (2014), Cinderella (2015), The Jungle Book (2016), Beauty and the Beast (2017) entre otras.

Dado el ritmo y seguridad con los que Disney trabaja en estas adaptaciones, parece que no entra en sus planes preocuparse por agotar todas las opciones de su catálogo. Que de cualquier forma todavía son muy numerosas. Esto sugiere que quizá sus planes sean mucho mayores y complejos de lo que puede parecer a priori.

Por ejemplo, siempre cabe albergar la intención de explotar la burbuja de las adaptaciones a corto / medio plazo como una gran inyección antes de que se pase el tirón.
Teniendo en cuenta que la celeridad por estas adaptaciones parece crecer, puede llegar a dar la impresión de que la franquicia está interesada en crear películas de animación para luego con el tiempo sacar su versión en live action. Facilitando el trabajo creativo y alargando la vida de cada una de sus ideas / productos.

Un universo de acción real.

Disney sabe muy bien lo que puede dar de sí contar una buena historia. Desarrollarla a lo largo del tiempo exprimiendo sus capacidades, y por medio de la familiaridad, permitir que el público se vincule y estreche lazos con ella y cada uno de sus personajes. Esta es con toda seguridad la mejor y más rentable forma de ganar y fidelizar fans. Y más ahora después precedentes como el cine superheróico sirviendo de inspiración, donde esta oportunidad es más manifiesta que nunca. Podríamos quizá inclsuo encontrar otro indicio en el crossover de Ralph Breaks the Internet, donde es posible ver una reunión de todas las princesas Disney.

No es descabellado pensar en que existiera la intención de crear un universo cinematográfico de películas Disney prioritariamente live action. Ya hayan futuros corssovers o no. Por el momento y sentando quizá las bases, sagas como las de Maleficient o Alice han podido contar con sus secuelas, extendiendo sus raíces cinematográficas. Y con mucha probabilidad así también ocurrirá con la presente Aladdin, atendiendo al final del filme, en caso de que la cinta tuviera éxito. Incluso habrían muchos eventos futuros que explotar dentro de esta clásica hitoria, no sólo susceptibles de ser llevados a la gran pantalla por transfigurarse como una apuesta bastante rentable para la firma.

Lo que nos dice la industria.

¿Estamos entonces ante una nueva forma de ver el cine Disney? ¿Ante el proyecto de un vasto universo cinematográfico repleto de los personajes e historias más entrañables, y junto con los que caminaremos hacia futuras y nuevas a venturas?

Sin duda una idea que pinta muy emocionante, y que si no se la ha planteado este gigante del cine a estas alturas, debería hacerlo, dada las inmensas posibilidades y el cariz que está tomando la industria hoy día. Escuchando a la corriente por desarrollar las historias y las necesidades que surgen desde el público por seguirlas. Una industria donde la continuidad se está erigiendo como el cimiento de todas ellas, gracias a lo cual tenemos un sinfín de sagas más allá de Disney. Y muy probablemente bajo la influencia de un época en la que las series de televisión, exponentes por exelencia de la continuidad, están más en auge que nunca.

Es obvio que todo está cambiando, o evolucionando más bien; nuestro concepto de ver esas historias. Ahora queremos más de ellas (la industria también…), anhelo más ferviente aun en unos tiempos en los que técnicamente todo es posible. Es viable servirse de los medios y de la nostalgia, para llevarnos con ellas a nuevos lugares y hazañas.

No obstante tendremos que esperar a que el tiempo nos cuente por dónde van los tiros, y por supuesto… las cifras. ¿Hacia dónde creéis vosotros que evolucionará todo esto? Esperamos como siempre encantados vuestras impresiones aquí y en las redes.

Acerca de Aladdin.

Nueva adaptación musical en acción real de la clásica historia de Disney Aladdín (1992) dirigida por Guy Ritchie (Rey Arturo: La leyenda de Excalibur). El guión ha sido firmado por John August (Charlie y la fábrica de chocolate).

Agrabah, una metrópoli de calles estrechas y plagadas de gente, rodeada por los Siete Desiertos, es en donde el Sultán posee su majestuoso castillo. Allí vive la joven princesa Jasmine (Naomi Scott) junto a su padre el Sultán (Navid Negahban) y el Visir real Jafar (Marwan Kenzari). Sin embargo, la vida de todos ellos cambiará dráticamente después de que el joven Aladdin (Mena Massoud) entre en la Cueva de las Maravillas. Allí descubrirá una lámpara mágica y conocerá al genio que vive en su interior (Will Smith). Quien tiene el poder omnipotente de conceder tres deseos a cualquiera que la posea.

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