Recuerdo hace años cuando pisé mi primera Comet Con, no sabía muy bien a dónde iba pero mi grupo de amigos de aquel entonces insistía en ir y allí fui sin muchas expectativas. Evidentemente cuando acudes por primera vez a un evento de este tipo, y más si es a una temprana edad, la sorpresa es inminente, entras por la puerta y cualquiera de tus aficiones referentes al cine, series, anime, manga, cómics e incluso videojuegos tendrá allí un lugar reservado.
Han pasado más de 5 años y he asistido a todo tipo de eventos del estilo, tanto en el norte como en el sur de la península, pero hay algo en la Comet Con de Oviedo que me obliga a volver año tras año. Y eso que para mí supone un gasto mayor, vivo en Sevilla y de media me supone casi unos 100€ acudir al evento, salvo recientes excepciones.
Para empezar la organización del evento que, a diferencia de otros similares a este y sin intención de desmerecer al resto, está compuesta por auténticos fans y eso se deja notar, hables con quién hables dentro del evento encontrarás una respuesta amable, pero no solo eso, sino que encontrarás también en cada uno de ellos la ilusión por llevar a cabo este proyecto, aunque también agobio, mucho agobio.
El público al que se dirigen este tipo de evento ha aumentado de forma exponencial en los últimos años, en esta última edición no se trataba de “4 frikis” como antiguamente se decía, sino que familias, amigos y todo tipo de personas se congregaron en el Calatrava durante los tres días del evento. Recuerdo un caso muy particular, un padre junto con su hijo (los cuales no voy a nombrar porque no cuento con el debido permiso ni con el contacto para solicitarlo) en un primer lugar creí que el padre se limitaba a acompañar a su hijo, este era fan del manganime, a medida que se desarrollaba la conversación descubrí que su padre acudía al evento, no por su hijo (que también), sino que participaba en el torneo de Yu-Gi-Oh, una situación que hace años sería poco común.
Sí cabe destacar una pega que ponerle al evento, son las instalaciones, el Calatrava no parece ser el sitio idóneo para este tipo de eventos, los stands de merchandising están muy próximos y esto facilita que los pasillos entre ellos se saturen de forma usual, las formas de acceso a las diferentes áreas son un tanto liosas, pero tampoco parece haber mejor alternativa al Calatrava.
A modo de conclusión final, la Comet Con de Oviedo tiene un gran encanto, que solo los que han acudido pueden entender, su gente, su amplio abanico gastronómico, la gran cantidad de actividades y merchandising, pero, sobre todo, el buen ambiente que se respira.