Songbird es el primer gran producto de Hollywood basado en la pandemia de Covid-19. No será el último, por supuesto, ya que como casi cualquier otro gran acontecimiento histórico (guerras mundiales, holocaustos o magnicidios) centenares de mentes alrededor del mundo usarán al año 2020 como fuente de inspiración para futuros contenidos.
Lo primero que nos llama la atención, es el nombre más importante detrás de su realización: Michael Bay.
El director de Transformers, Armageddon y Pearl Harbor es quien desarrolló la idea y aunque la película está escrita y dirigida por Adam Mason, el estilo de Bay se percibe a lo largo de los ochenta y cuatro minutos de duración (Si… Un helicóptero atraviesa la pantalla en la escena inicial).
Songbird funciona muy bien como testimonio porque toma como base la pandemia de Covid-19 para construir un cercano y distópico futuro en el que la ciencia nunca logró ganarle a las mutaciones del virus.
Todo transcurre en 2024, luego de un ininterrumpido confinamiento de cuatro años que ha terminado con la vida tal como la conocemos y a la que todos esperamos regresar en algún momento de 2021. En este caso, el Covid-23 resulta más contagioso y letal que nuestro entrañable Coronavirus.
Vale destacar que, aunque lo haga, Songbird no intenta documentar sucesos de nuestra pandemia actual. Por el contrario, narra la historia de un puñado de personajes que continúan con su vida a pesar del aislamiento.
Un pequeño elenco de nombres interesantes, conforman al grupo de protagonistas de la película.
Songbird – Un elenco de caras muy conocidas
K.J. Apa (Riverdale) tiene la fortuna de ser inmune. Sin embargo, desde un inicio, Songbird nos muestra que aquellos que no se infectan ni siquiera pueden ver a sus familias porque podrían ser portadores del Covid-23.
Sofia Carson (Descendientes) es una joven latina que vive aislada junto a su abuela desde hace mucho tiempo. Su suerte, así como la de sus vecinos, depende de que el virus no llame a su puerta.
Bradley Whitford (The Handmaid ‘s Tale) y Demi Moore (Ghost) son una familia acomodada con una hija inmunodeprimida para quienes el virus constituye una doble amenaza.
La pandemia frustró la carrera musical de Alexandra Daddario (True Detective) por lo que debe ingeniárselas para sobrevivir en un mundo cuya economía se encuentra devastada.
Paul Walter Hauser (Cobra Kai) es un veterano de guerra que utiliza sus habilidades para solucionar inconvenientes a través de un dron.
Peter Stormare (American Gods), por supuesto, es el villano. Un funcionario del gobierno con muy poca decencia que se encuentra a cargo de contener el virus.
Historias en medio de la pandemia
La vida de todos estos personajes se entrecruza desde los primeros minutos de la película para desarrollar el argumento que, insisto, podría suceder en cualquier otro contexto postapocalíptico.
La historia de amor entre dos personajes que jamás se reunieron cara a cara como consecuencia de la pandemia, funcionarios corruptos e ineficientes que determinan la vida de los demás y personas con dinero y poder abusando de aquellos que necesitan ayuda, son algunas de las cuestiones que dan origen al conflicto de Songbird.
No hace falta hurgar demasiado para encontrar paralelos con la pandemia actual. Sin embargo, lo mejor, es que Songbird no busca arrojar ninguna enseñanza sobre el comportamiento humano durante la pandemia. Tampoco constituye un panfleto hollywoodense que busque formar opinión en sus espectadores.
La única finalidad de Songbird resulta evidente desde el primer momento: entretener.
Algo que la película logra de manera efectiva y sin demasiadas complicaciones.
Visualmente correcta y con actores que cumplen a la perfección lo que cada personaje les demanda, Songbird narra una historia ficticia que podría convertirse en real en cualquier momento y como primera gran respuesta de Hollywood a la pandemia, merece la pena.