Buena iniciativa por el momento, mal ejecutada.
En este año 2019, me saltó en Netflix una recomendación: ‘Slasher: Solsticio’. Una serie de tres temporadas, con la tercera recién estrenada, que son independientes entre sí, no cuentan una misma trama. Sólo tienen en común que su género es terror y su tono es slasher. Es decir, algo cómo Halloween o Viernes 13 pero hecho en serie. Una buena idea, que con una buena ejecución y una buena premisa, puede ser todo un pepino de culto.
La trama comienza cercana al día del Solsticio de Verano, que coincide con el fin de los exámenes finales de instituto, una fiesta de San Juan y un asesinato atroz que tuvo lugar en un edificio, hace justo un año. La protagonista es una chica musulmana que vive en el edificio dónde tuvo lugar y empezará a verse involucrada en una nueva tanta de homicidios.
La idea está bien, da para slasher. Pero viendo la ejecución, que más que terror es drama romántico y costumbrista, creo que se me queda muy lejos de lo que la serie prometía. Sí, efectivamente, hay un asesinato en serie que utiliza un objeto afilado (El Druida), hay una serie de personajes estereotipos que van cayendo uno por uno, incluida la protagonista santurrona. Pero poco más.
Durante los primeros seis capítulos, vemos cómo la protagonista va viviendo un día normal (dentro de lo que cabe) en su vida, con flashbacks de lo que ha acontecido en el edificio durante el último año, contándonos subtramas de todo el vecindario. Y hay alguna muy buena, con unos personajes que evolucionan y con los que empatizas. Pero el problema es que la dedicación a estas historias secundarias hace que se pierda un poco el sentido de la premisa. Al final, El Druida aparece en momentos contados para matar a una o dos personas y justificar que esta serie pueda ser un slasher.
En dirección tenemos un buen trabajo, con momentos realmente espectaculares, algo de gore y buenos efectos especiales. Le acompañan un buen elenco de actrices y actores que dan empaque a la trama, un aspecto visual cuidado, con escenarios y escenas brillantes. Quizá me habría faltado una buena música que acompañe al enigmático Druida, así no me quejaría tanto del guión y me distraería más con el envoltorio general de la serie.
En conclusión, tenemos una serie entretenida, que dista bastante de ser un slasher como se le conoce, dando mucho más drama en la historia que terror y sangre, con un guión descompensado, mucho humo al principio, para al final precipitarse hacia un desenlace que deja qué desear, pudiendo ser incluso predecible. Esta serie recomiendo verla para cuándo se hayan acabado los verdaderos seriotes de Netflix. Es entretenida y poco más.