Reseña de ‘Bloodborne: La muerte del sueño’, por Mich Sums.

Este pasado mes de abril, se publicaba de mano de Norma Editorial el primero de los cómics de Bloodborne, ‘La muerte del sueño’, escrito por Ales Kot, dibujado por Piotr Kowalski y coloreado por William Simpson. El precio, 17,50€ por cinco grapas en tapa dura, con extras algo escasos. No considero que sea caro, es un precio que me parece elevado, pero he visto peores majaderías. También digo, es FromSoftware, es Bloodborne, es Ales Kot. Yo estaba a bordo de esta vaina desde que nací.

La trama comienza con el cazador protagonista del videojuego entrando en una de las iglesias de Yharnam. Allí encontramos a uno de los PNJ del videojuego y nos encarga cuidar de un niño de sangre pálida. Y, bueno, se lía bastante en la iglesia. Acción de la hostia. En serio, muy guapa. Con esto, comienza una suerte de road movie que nos lleva por muchos de los lares que vemos en el videojuego, con muchos cameos de PNJs que actúan de fanservice. Pero, por desgracia, se me queda a poco. En primero de guión te enseñan que un guión necesita una idea, una parte explícita que es la acción guapa, las frases para enmarcar (‘one liners’) y todo lo que se ve a primera vista. Pero también necesita algo implícito, necesita querer contar algo subliminal, en este caso, en Bloodborne, podrían haberse tocado muchos temas: la dualidad del hombre, la bestia y el cazador, la locura por la sangre, la muerte. Pero Ales Kot decide meter el dedo en el tema del sueño y la realidad, haciendo una especie de cazador confuso entre ambos conceptos. Pero poco más. Nos quedamos en lo bello, lo superficial y nos olvidamos de contar algo profundo, cuando hay de dónde sacar.

Piotr Kowalski y William Simpson realizan un bellísimo ejercicio artístico. Un trazo muy, pero que muy acorde al mundo de Yharnam, sucio, directo, con gran detalle y cuidado en los monstruos y las bestias, haciendo que me le imagine como un Guy Davis de segunda, pero con mucho potencial. Y Simpson con una paleta de colores que, repito, se adapta perfectamente a lo que es el videojuego: escenarios muy variados, con estéticas diferentes y contrarias. Un trabajazo, creo yo. Y, ahora, me gustaría ver a estos dos en alguna serie de Mignola. Un AIDP o un Abe Sapien. Darían la talla, seguro.

En conclusión, tenemos un cómic para fans. ¿Te gusta Bloodbone, Dark Souls o From Software en general? Estos tebeos funcionan como complementos, pero nada más. Aunque debo decir que, en este caso, Ales Kot ha sabido sacarle algo de partido al jugo de Bloodborne y darnos algo más de fanservice, que es para lo que venimos los fans. Porque eso, en el primer cómic de Dark Souls, publicado por ECC, no teníamos ni tema en el guión ni fanservice. Pero eso ya os lo contaré. Para fans del juego y aficionados a los tebeos.

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