Primeras impresiones de la serie ‘Good Omens’.

Amazon se está metiendo de lleno con las series y de momento no le va nada mal, además parece que les ha gustado cómo trabaja Neil Gaiman, puesto que después de traernos American Gods ahora nos sorprende con Good Omens como guionista, basado en el libro Good Omens: The Nice and Accurate Prophecies of Agnes Nutter, Witch de Terry Pratchett y el propio Gaiman.

Lo primero que llama la atención de esta serie es su reparto, por un lado tenemos a David Tennant como demonio, y por otro a Michael Sheen como ángel, teniendo que aliarse, aunque vaya en contra de sus principios, para detener el fin del mundo. Partiendo del punto de no haber leído el libro y haber visto solo un capítulo, es una serie que quiere engancharte desde el primer momento, mostrando un conocimiento popular como la religión católica, la lucha entre el bien y el mal, pero con matices distintos, como que por ejemplo Dios es una mujer y Adán y Eva son negros, entre otras cosas. Aspectos que vemos en el primer capítulo y llaman la atención son,por ejemplo, la diferencia entre ángeles y demonios (es obvia, pero gusta que las diferencias se hagan bien), monjas parlanchinas adoradoras de Satán y la forma de contar la historia, entre otras cosas que no quiero desvelaros.

Si tuviéramos que entrar en las odiosas comparaciones, lo haría desde un punto de vista positivo, diciendo que le encuentro parte del tono/sátira de Preacher, aunque menos directo y sórdido, ya que mantiene el estereotipo “estirado” londinense. Y también comparando la narrativa con la de American Gods, pero más extendida, ya que escuchamos más veces a la narradora durante el hilo principal de la historia, en vez de en las historias que alimentan a la principal.

Técnicamente no puedo poner ninguna queja, como mucho en el apartado de FX en alguna ocasión, que mal tampoco están y es comprensible, que al ser una serie no se puedan mantener todo el tiempo los efectos especiales como si de una película se tratase, pero aún así están bien y no molestan, llegan a ser una gracia más dentro de la historia en contadas ocasiones.

En cuanto al ritmo durante el capítulo está equilibrado, hay momentos en que la acción pasa rápido pero la línea general de la trama avanza a un paso normal, sin dar la sensación de ir lento ni atropellado.

Un dato curioso de esta serie es que ha tardado bastante en ver la luz, Gaiman y Pratchett habían planeado adaptar esta novela a la gran pantalla durante años, pero después de la muerte de Pratchett, Gaiman se negó a hacer la adaptación él solo, pero cambió de opinión al recibir una carta post mortem del propio Pratchett, instándole a continuar con el proyecto.

En general, me da una primera impresión positiva, con ganas de ver los siguientes capítulos y descubrir que nos depara esta temporada de 6 capítulos. Seguro que nos dará buenos momentos y nos hará reír más de una vez.

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