Reseña de ‘Motorista Fantasma Cósmico’, por Mich Sums.

2018. Donny Cates. Comienza la leyenda.

Tras presentarnos en el tercer volumen de Thanos (Thanos vence) al Motorista Fantasma Cósmico, Donny Cates se marca esta miniserie de cinco grapillas.

Frank Castle, muerto tras los últimos acontecimientos en su primera aparición, despierta en el Valhalla. Y ha recuperado su cordura, acompañada de una desazón existencial por toda la muerte a su alrededor en todos sus años. Así que Odín le ofrece salir del Valhalla, ya que se supone que allí los guerreros van a alcanzar su descanso. Y Frank no está descansando. Odín le devuelve los poderes y le manda de nuevo a la realidad.

Donny Cates se monta una miniserie alrededor de cómo nuestro Frank se debate entre matar o no matar a un recién nacido. Parece sencillo, pero ese bebé es Thanos. ¿Puede haber absolución para el Titán Loco? ¿Hay un destino que nos mueve a pesar de nuestros deseos? Pues apostaría a que Donny lo cree. Por cómo acaba la obra, repleta de macarrismo, sangre y un personaje nuevo que es genial, parece que nuestro all-new all-different guionista favorito tiene esa percepción; puedes tomar atajos, ir por el camino más largo o seguir la línea recta, pero hay algo que ya está escrito y es ineludible.

Dylan Burnett en el dibujo está correcto. La acción es brutal y el trazo, en general, conjunta a la perfección con la trama. Es una buena elección para esta historia.

El dibujo de Fabela está espectacular. Creo que tenemos un buen colorista aquí y creo que eso se nota. Un dibujo que a mí, en lo personal, no me gusta en exceso, tiene un color que me parece un espectáculo y mejora el trazo de Burnett. Así que, oye, 10/10.

En conclusión, tenemos una obra correcta, quizá yo me esperaba algo un poco diferente y se me va la vida a partir de la aparición de Cable (no es spoiler). Pero, bueno, está bien. Aunque sin duda me sigo quedando con otras obras de Cates.

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